domingo, 25 de julio de 2010

Poema trabajado por "supergrupo 8 "


Salón de Baile:
Octavio Paz.
Música y noche arden renovando el espacio, inundan
Sobre el cieno las áridas pupilas, relámpagos caídos
Al bronce que precede la cima del letargo.

De orilla a orilla flota la penumbra
Siempre reconocible, aquella que veían y hoy miramos
Y habrán de contemplaren el dintel
Donde una estrella elude una catástrofe, airosa
Ante el insomnio donde nacen la música y la noche
Como si un viento o la canción dejaran retos de su humedad.

Puesta la boca sobre el polvo por si hay esperanza
O por si acaso, en el placer de la arcilla anima la memoria
Y la conservación violenta de la especie.

Porque amados del himno y las tinieblas, aprendiendo a morir
Los cuerpos desafían el sosiego
Descienden sierpes, águilas retornan con áspero sopor,
Y en lucha contra nadie tejen la sábana que aguarda
Como la faz al golpear un paño oscuro
Hace permanecer el miedo en una fatiga inagotable.

Sudores y rumor desvían las imágenes,
Asedian la avidez frente al girar del vino que refleja
La turba de mujeres cantando bajo el sótano.

A lo humo reducido, los ojos de la esclava,
Alud que en vano ruega, ahí holgara la estirpe confundida
Por bárbaros naufragios, desoyendo
La espuma que la enfrenta, el turbio eco al compartir
Con islas que desolan armonías
La sofocante forma del lecho vencedor.

Desde su estanque taciturno increpan los borrachos
El bello acontecer de la ceniza, y luego entre las mesas
La tiranía agolpa un muro de puñales.

Sobre la roca inerte se disipa el nombre que grabó
La cautelosa bestia: asolada la máscara
En la sombra, tranquilo escombro que antes del desplome
Ignora la espesura colmada de la herrumbre,
En su orfandad exige, implora, accede
Al signo de la vid propicia a la simiente.

Cuando cede la música al fervor de la apariencia, grises
Como las silabas que olvida el coro,
Casi predestinados se encaminan los rostros a lo eterno.

Vuelve la espada a su lugar, arrastra
Hacia el asombro de Caín el dócil resplandor
Del movimiento, impulsos y distancia mezclan la misma ola
Y solo en su heredad persisten los borrachos,
Vulnerables columnas que prefieren
Del silencio elegido la sapiencia de la desesperanza.

2 comentarios:

  1. Me encantó este poemaa!!
    cuando lo leimos en clases no lo entendí mucho pero despues q lo lei me encantoo!!! es demasiado lindo!! :)

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  2. Super Grupo 8 (Francisca)26 de julio de 2010, 11:51

    Creo que es un poema muy interesante ya que nos transporta a otra época donde los bailes en los grandes salones eran la forma en que se divertía la clase social alta, solo ellos tenían acceso a realizar estas actividades. Hoy en día todos podemos asistir a bailes, aunque claro, muy distintos a los de esa época, ya que ahora la ambientación es toda mediante tecnología, antes cantaban coros, por ejemplo.
    El autor ayuda a que conozcamos como era la vida en el pasado.

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